El estar sano no significa estar curado. Por ello el arte de devolver el equilibrio consiste en una imitación de la naturaleza, considerando, sobre todo, que la capacidad artística del hombre se ocupaba de aprovechar y de llenar con su propia formación el espacio que la naturaleza había dejado libre. Pero la salud es algo natural en si mismo.
El saber y su capacidad se subordinan por completo al curso natural, a procurar restablecerlo allí donde se ha visto perturbado y a hacerlo en forma tal que su acción desaparezca dentro del equilibrio natural de la salud.
El verdadero arte de recuperar la armonía que abarca tanto el autentico conocimiento como habilidad requiere, pues, conocer por separado cuál es el estado del organismo en cada caso en particular y que corresponde hacer en ese estado único, irrepetible.
La perdida del equilibrio no solo constituye un hecho físico-biológico, sino también un proceso vinculado en la historia de la vida del individuo y con la sociedad. El consultante deja de ser el mismo que era antes. Se singulariza y se desprende de su situación vital equilibrada, pero permaneciendo ligado a ella. Si la recuperación del equilibrio natural se cumple exitosamente, el proceso de restablecimiento le devuelve el equilibrio vital dentro del cual previamente se sentía el mismo.
Así, el verdadero terapeuta -o ayudador-, también debe ver más allá de lo que constituye el objeto inmediato de su saber y de su habilidad. Por ello, su situación debe ser de profesionalismo ligado a lo humano, debiendo saber su límite como profesional. Debe poder ver más allá del caso a tratar, para captar al hombre en la totalidad de su situación vital. Debiendo incluir en sus reflexiones su propia acción y sus efectos que ésta produce en el enfermo, puesto que tiene que evitar que el enfermo dependa de él, así como tampoco debe prescribir sin necesidad.
Siendo su misión esencial: lograr no solo que el consultante se recupere, sino también devolverle la unidad consigo mismo al reintegrarlo a su capacidad de hacer y a su ser. Y así, el ser médico no es un hacer, sino el constituir una ayuda que facilita al ser viviente su retorno a su salud y a la vida.
A él, solo le consta que, en el mejor de los casos su éxito no es deudor de si mismo ni de su capacidad, sino de la naturaleza. Es verdad que todas las posibilidades de saber y poder del hombre están condicionadas y que su hacer se ve limitado siempre por la naturaleza.
El taller está formado por diferentes módulos que cubren diferentes áreas dentro de la formación para acompañar al consultante en su camino de desbloqueos y crecimiento personal. El orden de los módulos es a elección del estudiante, de acuerdo a sus necesidades y horarios. Es un sistema flexible. Estos módulos pueden ser tomados en diferentes opciones:
v Sesión semanal. Costo $ 250.00
v Algunos cursos en forma mensual.
v Cursos de fin de semana.
v En caso del Reiki puede ser tomado en una sola sesión cada nivel
El estudiante ha de estar comprometido con la investigación continua, Sus estudios se centrarán en la salud. Se preocupará intensamente por saber si el paciente está desarrollando equivocadamente su aspecto afectivo. Se investigará la personalidad del paciente para descubrir la rigidez en su mente.
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